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El misterio de los volcanes

Volcanes. Fugas de fuego primigenio

Los volcanes son la prueba más espectacular de la energía que encierra la Tierra en su interior. Son los estrepitosos balbuceos del fuego primigenio que forjó nuestro planeta, el cual se ha ido enfriando poco a poco des de entonces. ¿Cuál es la causa de las erupciones? ¿Pueden aparecer por todas partes?

¿Qué es un volcán?

Un volcán es un agujero en la corteza de la Tierra a través del cual salen al exterior rocas fundidas, cenizas, gases y fragmentos de roca. Los volcanes aparecen en puntos débiles de la corteza, cuando ésta se rompe bajo la presión de los gases y el magma que se forman en el interior por las altas temperaturas. La aparición de los volcanes es el resultado de la dinámica interna de la Tierra, que en algunos casos se puede manifestar en episodios de gran violencia y en otras, de forma más calmada. Por una parte, un volcán puede presentar una actividad efusiva que consiste en la emisión tranquila y continua de lava, gases, cenizas, etc. El otro tipo de actividad es la explosiva, que se caracteriza por la expulsión de forma violenta de gas, magma y rocas.
Partes de un volcán. Dibujo de Oriol Massana.

Cara oeste del volcán Augustine (Alaska, Estados Unidos) en enero de 2006 ¿Vivos o muertos?

Se dice que un volcán es activo cuando está en plena erupción, que puede ser más o menos violenta y prolongada, o bien si hace poco que lo estuvo. El monte Pinatubo, en las Filipinas, que entró en erupción en 1991 y mató a 300 personas, es un volcán activo. Salió tanto humo y ceniza de su interior que los científicos creen que provocó un clima más fresco durante todo un año. Se piensa que la nube de humo y ceniza que se produjo bloqueó alrededor del 4% de la radiación solar.
Los volcanes que no han entrado en erupción en los últimos 20 años se consideran adormecidos; pero como su nombre indica, podrían "despertar" en cualquier momento y entrar en erupción. El monte Pinatubo era considerado un volcán adormecido hasta su trágica erupción en 1991. 
Los volcanes extinguidos son aquellos que no han entrado en erupción durante miles de años y es improbable que lo vuelvan a hacer. Aun así, en algunos casos no podríamos poner la mano al fuego...

¿Dónde aparecen los volcanes?

Los volcanes aparecen allí donde la corteza terrestre es más delgada o bien está agrietada. Esta capa exterior sólida que constituye la corteza de la Tierra está formada por grandes placas que flotan sobre un océano de magma viscoso y se desplazan muy lentamente arrastrando con ellas los continentes. Los puntos débiles se presentan a lo largo de los bordes de estas placas y también en lugares aislados a gran profundidad bajo el mar, donde la corteza es más fina. Estos últimos son los denominados puntos calientes. Bajo los puntos calientes hay columnas de magma que ascienden desde la capa incandescente situada bajo la corteza, el manto. Parece que estos puntos son fijos, y que las placas se mueven sobre ellos, formando en ocasiones cadenas de islas. El ejemplo más importante de volcanes en puntos calientes son los que formaron las islas de Hawai. Dos de los volcanes de este archipiélago son todavía activos.
Mapa de los volcanes más importantes del mundo y las placas tectónicas en los que están situados.

Paricutín es un volcán del estado mexicano de Michoacán (Karla Yannín Alcázar) El nacimiento de un volcán

Un frío día de invierno de 1943, una pequeña grieta se abrió en medio de un campo de maíz de una tranquila granja mexicana. Cuando algunas chispas rojas y calientes surgieron de su interior, el granjero, sorprendido, trató de taparla con basura. Al día siguiente, la grieta se había convertido en un agujero de 2 metros de diámetro.
Una semana más tarde, el polvo, las cenizas y las rocas que brotaron de su interior ¡habían formado un cono de 150 metros de altura! Las explosiones rugieron a través de los pacíficos campos de cultivo y una gran cantidad de lava fundida emergió del cráter, destruyendo la tranquila villa de Paricutín. Las erupciones continuaron y, al cabo de un año, la nueva montaña, denominada como el pueblo que había sepultado, medía 300 metros. Cuando las erupciones se detuvieron en 1952, Paricutín tenía 410 metros de altura.

Bomba volcánica Bombas volcánicas

A veces, las explosiones de una erupción violenta hacen volar parte del volcán y lanzan enormes rocas al aire. Si la lava es viscosa, algunos fragmentos pueden salir disparados muy lejos y, mientras vuelan por el aire, enfriarse adoptando formas aerodinámicas. Todos estos proyectiles reciben el nombre técnico de piroclastos, pero en el argot popular se los conoce como bombas volcánicas. Las bombas volcánicas pueden llegar a kilómetros de distancia, y ni qué decir tiene que su impacto produce grandes destrozos y muertes.

La destrucción de Pompeya

El 24 de agosto del año 79 dC, el monte Vesubio entró en erupción y en 14 horas sepultó las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, permitiendo que se conservaran intactas hasta que se redescubrieron en el siglo XVII. Los restos de las ciudades, pilladas in fraganti como si se tratara de una fotografía, constituyen una fuente de información extraordinaria sobre la vida cotidiana de los romanos en el siglo I.
El Vesubio ha entrado muchas veces en erupción y hoy está considerado como uno de los más peligrosos del mundo debido a los 3 millones de personas que viven a su alrededor, principalmente en la ciudad de Nápoles. A parte de la erupción que destruyó Pompeya, otras importantes fueron las de los años 472, 512, 1631, seis veces en el siglo XVIII, ocho en el siglo XIX y en 1906, 1929 y 1944. En ocasiones, las erupciones han sido tan grandes que en toda Europa meridional han caído cenizas; en 472 y en 1631, las cenizas del Vesubio cayeron sobre Constantinopla (Estambul), a unos 1.600 kilómetros del volcán. No ha habido más erupciones desde 1944, pero el Vesubio continúa siendo un volcán activo.
Imagen circular: Jardín de los fugitivos, Pompeya Cuadro superior: Karl Briullov, El último día de Pompeya (1827-1833)

El Vesubio (Italia), (c) Katerina Govorushchenko ¿Podemos predecir los volcanes?

Hoy hay muchos volcanes activos en todo el mundo. La población humana crece y cada vez más gente vive en zonas volcánicas potencialmente peligrosas. Si en la Pompeya bajo el Vesubio vivían unas 15.000 personas, ahora en Nápoles y cercanías viven 3 millones. El monte Rainier amenaza una población similar en la ciudad de Seattle (EE.UU.) y cerca de un millón han recibido el aviso del volcán Popocatépetl, en México, que ha empezado a despertar. ¿Podemos hacer algo para predecir cómo y cuándo se producirá una erupción, y permitir así evacuar las zonas amenazadas a tiempo?
Antes de una erupción, el magma se mueve bajo tierra hacia la zona del volcán y se acumula en una cámara en su base. A medida que se acerca a la superficie, el magma libera gases. Estos acontecimientos pueden ofrecer pistas muy valiosas sobre la probabilidad de una erupción. Por ejemplo, el movimiento del magma produce pequeños terremotos y vibraciones. También se pueden estudiar la composición y cantidad de gases que afloran cerca del volcán.
Los vulcanólogos están mejorando mucho su capacidad para determinar las probabilidades de una erupción. Pero todavía quedan muchos obstáculos. Es muy difícil predecir exactamente cuándo una erupción ocurrirá. A menudo, los movimientos del magma no acaban en una erupción, sino que se acaba enfriando cerca de la superficie. Monitorizar erupciones potenciales es además muy caro. Con muchos volcanes que entran en erupción únicamente una vez cada centenar o millar de años, no es posible controlarlos todos con continuidad. Aun así, las erupciones volcánicas no suceden sin previo aviso. Si instalamos aparatos detectores de actividad volcánica, deberíamos ser capaces de